Gran desafío tuvieron los animadores culturales del Campamento ante la llegada de un grupo, en su mayoría, conformado por adultos, dado que los contingentes anteriores fueron niños y adolescentes.Llegaron muy temprano, con todas las ganas de conocer el pueblo, rápidamente tomaron lápiz y algunas hojas y comenzó el recorrido por las calles “con aroma a azahares”, frase que uno de los integrantes expresó.Fue un recorrido intenso y muy dinámico por las preguntas que formulaban en cada lugar histórico y representativo del pueblo.Ya por la tardecita-noche, durante el fogón, llegaron para compartir; alumnos, docentes y directora de la EEMPA Nro 1023 de nuestra localidad, encuentro que permitió unir lazos de amistad con otra institución de la misma modalidad. Esta actividad fue muy divertida.Se escucharon expresiones de los protagonistas como: -hasta la panza nos dolió de tanto reir!- los chistes en guaraní, las canciones, todo fue excelente.
Al día siguiente, ya en el museo; ocurrió algo muy emotivo: Una alumna que lleva por nombre Argentina Vera, vio entre las fotos expuestas el retrato de su padre Prospero Vera; cuando éste era joven, hoy cuenta con 76 años, los ojos se les llenaron de lagrimas por la emoción, contagiando así a casi todo el grupo.Que bueno que los que visiten el museo se sientan emocionados por lo que ven y a partir de ahí formar parte de una historia, y comenzar a revalorizar nuestro pasado.
Por la siesta y antes de partir, se realizó un recorrido por el “Yugo Quebrado”, donde desplegaron sus banderas cuyo lema decía: “Todavía soñamos”.
Felicitaciones y gracias a estos alumnos por tanta emoción.
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